Desde las escaleras de acceso a la torre del Pretorio de Tarragona, la escultura de César Augusto (63ac–14dc), con el Mare Nostrum al fondo, resulta majestuosa y llena de simbolismo.
No en vano, la vinculación del emperador romano con Tarraco se convirtió sumamente importante para la ciudad.
Si bien su legado no fue inmediato, el rol de Tarraco, en el contexto del Imperio, evolucionó, ganó peso y crecieron los equipamientos y las infraestructuras de la ciudad.
Una excelente climatología, el emplazamiento protegido de los vientos del mar Mediterráneo y su historia, vinculada al Imperio Romano…
Estos podrían ser algunos de los factores que jugaron a favor de convertir Tarraco en residencia de un emperador.
Nunca, hasta ese momento, un soberano había decidido vivir más allá de los muros de la capital del Imperio.
Pero César Augusto lo hizo entre los años 26 y 25ac, después de un agotador viaje a Cantabria, donde el clima hizo que enfermara.
César Augusto y la Tarraco de entonces
La Tarraco que recibió a César Augusto estaba construyendo el Foro de la Colonia y, posiblemente, también el Acueducto (Pont del Diable).
Mientras, la Parte Alta acogía, muy probablemente, un campamento romano. «Nadie puede decir donde se alojó César Augusto» afirma Magí Seritjol, director del festival Tarraco Viva.
Sin embargo, se especula con que lo habría hecho en la Parte Alta.
Incluso podría haber descansado en una villa muy cerca de la ciudad como la villa de Els Munts, en Altafulla, que decenios más tarde también alojaría en el emperador Adriano.
Si bien la influencia de César Augusto en Tarraco no se puede traducir directamente en la construcción de equipamientos o infraestructuras.
Paco Tovar, historiador y copropietario de la empresa de guías turísticos Argos Servicios Culturales, dice que es inevitable hablar de la transformación y el salto de Tarraco gracias al emperador.
Un impulso que permitió materializar, décadas después, obras como el Anfiteatro, el Circo o el propio templo de Augusto, en el subsuelo de la Catedral de Tarragona.
La herencia del emperador César Augusto es todavía presente en la ciudad.
Celebraciones en torno a César Augusto
Más ahora, que se celebra el bimilenario de su muerte, una efeméride que llega después de años de restauraciones del patrimonio romano de Tarraco.
Esta tarea se ha desarrollado, en buena parte desde el festival Tarraco Viva, para dar a conocer la historia y el papel de la sociedad romana en nuestra cultura.
Precisamente desde Tarraco Viva, que se celebrará el próximo mes de mayo con una edición conmemorativa especial.
Se ha elaborado un programa que persigue divulgar y redescubrir la figura de César Augusto.
«Fue un emperador fascinante en el ámbito político –gobernó el Imperio durante cuatro décadas–, pero también en el social, cultural…» señala Magí Seritjol.
Mientras, pone el acento en el personaje «y en cómo le seducían las máscaras y cómo las utilizaba en su vida diaria como político y en sus relaciones personales«.
El misticismo
Ahora bien, si desea conocer la figura de César Augusto más allá de las piedras, el historiador Paco Tovar es osado.
Afirma que «el culto a César Augusto ha estado presente en la historia de la ciudad cada 23 de septiembre –festividad de Santa Tecla–, y también el 19 de agosto –fecha de su muerte–, donde en Tarragona se celebra la fiesta mayor pequeña en honor a Sant Magí«.
Dos fechas, ¿dos coincidencias?
Tovar responde «es muy probable que el hombre cristiano buscara un argumentario para la celebración romana«.
Ante la misma pregunta, Seritjol sonríe y suelta un “¡quién sabe! Quizás…«.
Sea como sea, August continúa seduciendo dos mil años después de su muerte.
Y a buen seguro que continuará protagonizando miles de historias que, como turistas curiosos, deberemos seguir con atención.
Por este motivo, en el blog Tarragona Experience seguiremos la huella de Augusto durante los doce meses de este 2014.
Lo haremos con una serie de reportajes que nos permitirán conocer con más detalle el fascinante personaje, al político, pero sobre todo, nos harán disfrutar con su relación con la historia de esta ciudad.
Por Gemma Casale (@casalesi a Instagram)
Fotografía: Pere Toda
