Lluís Gavaldà tiene en los escenarios del 'Bon dia' y el Passeig de les Palmeres los rincones favoritos de su Tarragona más íntima y personal

Lluís Gavaldà / Pere Toda-Vilaniu Comunicació

La vella Montserrat, desperta el barri /
a cops d’escombra tot cantant. /
Les primeres persianes s’obren feixugues badallant. /
Rere el vidre entelat, el cafeter assegura que no era penal, /
i es desfà la conversa igual que el sucre del tallat…
”.

La letra del Bon dia (Buenos días), probablemente la canción más conocida y cantada de la banda tarraconense Els Pets, se inspira en un micro-universo de la Part Alta (casco viejo), el que conforman el Portal de Sant Antoni, la plaza del Fòrum, las calles de la Verge de la Mercè, Les Coques, Merceria… En este micro-cosmos hay comercios genuinos –cada vez menos– y vecinos reales, de carne y hueso, que aparecen en el Bon dia, aunque en algunos casos no se les cite explícitamente, como es el caso del bar Las Vegas.

Bar Las Vegas / ©Lluís Gavaldà

Así pues, no es de extrañar que cuando le pedimos a Lluís Gavaldà que nos fotografíe los tres rincones más íntimos de su Tarragona más íntima y personal –para la serie #lamevatarragona que inauguramos hoy con él–, comience precisamente por este bar que te encuentras solo cruzar el Portal de Sant Antoni. «El bar Las Vegas –dice Lluíses toda una institución en el mundo tarraconense«, pero también lo es en el suyo particular porque «se convierte como una puerta de entrada a la calle donde viví durante muchos años y donde después me vino la idea de hacer la canción Bon dia«.

Campanar dels Carmelites Descalços / ©Lluís Gavaldà

La segunda fotografía que nos ha enviado Lluís Gavaldà explica el motivo de su deserción de la Part Alta –»por el que me siguen lloviendo collejas«, asegura–. De hecho, más que un rincón es una vista casi personal y privada, sólo al alcance de algunos vecinos de la calle Estanislau Figueras. Antes de dejar el piso de poco más de 40 metros cuadrados de la Part Alta en el que vivían, Lluís y Núria Serrano buscaron y remiraron durante años hasta que descubrieron otro piso con una pequeña terraza que daba a la parte trasera del campanario modernista de la iglesia de los Carmelitas Descalzos. «Nos enamoraron las vistas del campanario, lleno de palomas de piedra que a la vez hacían de cebo para las palomas de verdad, y el mar… Por culpa de estas vistas dejamos la Part Alta y nos trasladamos a la Rambla Vella«.

Passeig de les Palmeres / ©Lluís Gavaldà

La tercera fotografía es uno de los iconos de Tarragona, el Passeig de les Palmeres, que al cabo de los años se ha acabado convirtiendo en un espacio especial porque acoge el Minipop, el primer festival pop de Catalunya para padres e hijos, para grandes y pequeños, que un día parieron Núria y Lluís. Lluís reconoce también que le gusta hacer de voyeur en el Passeig de les Palmeres «porque se juntan muchos jubilados y sus conversaciones a menudo son fuente de inspiración» para letras de canciones.

La charla con Lluís Gavaldà termina en la plaza del Fòrum, «la que tiene más encanto de la Part Alta«, y en la que a Lluís –casi como una superstición– le gusta pasar por debajo del portal del trozo de muralla romana que conserva el recinto, más de 2000 años después de que fuera levantado.

Texto: Ivan Rodon (@irodon en Twitter)
Fotografía: Pere Toda
Vídeo: Artur Santos (@artur_1983 en Twitter)

En febrero, #lamevatarragona nos llegará de la mano de Gustau Alegret, periodista tarraconense, corresponsal en Washington para NTN24 y RAC1, y que periódicamente escribe en Diari de Tarragona.

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