Patines, catamaranes, windsurf... ¿Quieres iniciarte en la navegación a vela?

Vivir en una ciudad que tiene el mar a tocar es un privilegio enorme, y más si te gusta la navegación a vela.

Y si este mar es el Mediterráneo –el Mare Nostrum, que decían los romanos– entonces la suerte es doble.

Equipo de navegación a vela


El Mediterráneo, reposado y noble como pocos, es un mar que parece hecho precisamente para conciliar el disfrute con la navegación de una manera tranquila y serena.

Si la filosofía slow sirviera también para catalogar determinados mares y océanos, el Mediterráneo sería el primero de la lista, sin duda.


Iniciarse en la navegación a vela con el Club de Vela Platja Llarga

Hace unas semanas hicimos nuestro particular bautizo en kayak, con la gente de TGNauticaKayak.

Esta semana, en cambio, hemos dado un paso más y nos hemos atrevido a salir a navegar en patín catalán y en catamarán.

Lo hemos hecho con Alex Villacorta y Albert Sellarès, dos jóvenes pero experimentados monitores del Club de Vela Platja Llarga.

La oferta que presentan es amplia y variada: patines, windsurf, catamaranes, kayaks y raqueros, entre un largo etcétera de naves de diferentes tamaños.

Y los precios de los bautizos pueden ir entre los 25€ y los 55€ la hora, según la modalidad que elijas.

Pero también tienen abonos y precios especiales para grupos y, al margen de bautizos, hacen cursos o excursiones a lo largo del litoral tarraconense a 17€ por persona.

Barco entrando en el mar


El día que hemos elegido no es óptimo «pero algo haremos«, dice Alex Villacorta, uno de los responsables del Club.

Y es que esta mañana se ha levantado un poco de viento que parece que no quiera amainar.

Aunque la navegación a vela siempre va en función del tiempo, el verano y el mar de Tarragona suelen ser unos buenos aliados.

Mientras preparamos el patín catalán y recibimos las primeras instrucciones sobre cómo comportarnos una vez en la nave nos damos cuenta de dos cosas.

La primera es que estamos enriqueciendo nuestro vocabulario con nuevas palabras que nos serán imprescindibles dentro de un rato cuando subimos el patín y el catamarán, y la segunda es que el viento, ahora sí, ya no sopla tanto.

Así que, ¡a zarpar!


Lo que ocurre una vez en el mar

La primera nave en la que nos embarcamos es el patín catalán y el cura encargado de administrarme el correspondiente bautizo es Albert Sellarès.

El poco de aire que aún sopla nos permite una salida limpia y rápidamente nos situamos en paralelo a la altura del faro de Torredembarra.

Salida de la costa durante la navegación a vela


Albert se mueve diestro sobre el patín y juega con el viento para dirigir la nave por donde quiere, ahora para ganar velocidad, ahora para virar… La sensación es muy agradable.

Ganada la paralela con la costa vamos arriba y abajo, una y otra vez, asimilando conceptos, aprendiendo a hacer virar el patín, a orzar.

El tiempo vuela tanto como el patín y antes de una hora volvemos a pie de playa para subir ahora al catamarán.

A diferencia de cuando hemos probado el patín, ahora, al margen de ir más cómodamente sentados –sobre una lona, en vez de un tablón–, vamos guiados por un timón.

Las pequeñas olas que se forman balancean la nave que avanza a pequeñas sacudidas, nos remojan de arriba abajo y hacen que la excursión sea más interesante y divertida.

Navegación a vela


A diferencia del kayak, en el que todo es más sencillo, la vela necesita de unas cuantas horas más de vuelo para que te familiarices con la nave y asimiles los conceptos que te permitan gobernarla con seguridad.

Con todo, el Club de Vela Platja Llarga está lleno de niños y niñas que salen en pequeñas embarcaciones y que demuestran tener una gran pericia y seguridad en cuanto hacen.

No hay nada como aprender las cosas de muy joven…

Texto: Ivan Rodon (@irodon)
Fotos: Club de Vela Platja Llarga

Información de servicios
Web: www.cvplatjallarga.org
Teléfono: 977 207 789
Correo: oficina@cvplatjallarga.org
Facebook: https://www.facebook.com/CVPLL
Twitter: @navegAvela
Youtube: LaPlatjaLlargaNavega

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