Al personaje de #lamevatarragona del mes de mayo lo tuvimos que cazar al vuelo. Literalmente. Ajetreado como siempre, Joan Negrié venía de grabar el spot promocional del próximo Festival Internacional de Teatro de Tarragona (FITT) y volaba unas horas más tarde a Italia para participar en la obra Dignità Autonome di Prostituzione, en el Teatro Paisiello, en Lecce.
Actor, gestor cultural de la Sala Trono y una de las almas del FITT, Negrié ha aceptado el reto de mostrarnos #lamevatarragona (su Tarragona) más íntima, y explicarnos los lazos personales que le unen con cada una de las imágenes.
La primera fotografía que nos ha pasa corresponde a la playa y el castillo de Tamarit, un entorno que lo transporta a su juventud. «En este camping que hay justamente frente a la playa de Tamarit pasé mis primeros años de juventud. Trabajé aquí de los 15 a los 19 años, pero anteriormente ya venía siendo un niño porque mi tía, prima y madrina vivían aquí. Aquí empecé mi etapa laboral y también descubrí muchas cosas a nivel emocional, sobre todo en la playa de Tamarit«.
La segunda imagen que nos muestra Joan Negrié es la plaza de la Font, una de las arterias principales de la ciudad y una de las puertas de entrada a la Part Alta. «La plaza de la Font es, para mí, una de las plazas más bonitas no sólo de la ciudad sino de muchos otros lugares. Es muy especial. He pasado muy buenos ratos, cuando era adolescente, y ahora. A menudo acabo el día en la plaza de la Font cenando en una terraza o tomando algo en cualquiera de sus bares y realmente el día te cambia por completo. Lo que ha sido duro y complicado acaba siendo fácil e incluso divertido y ameno. Y es un lugar de encuentro a nivel de amistades, que seguro que aunque vayas solo, siempre te te encuentras con algún amigo o conocido«.
De la plaza de la Font subimos a la plaza de las Cols, y allí nos detenemos ante los arcos de la calle Merceria, el tercer lugar que nos recomienda Joan. «¿Por qué la calle Merceria? Pues porque es uno de los recorridos que hago más a menudo cuando vengo a trabajar en la Sala Trono. Dejo el coche fuera de las murallas y vengo aquí, pasando siempre por debajo de los arcos de la calle Merceria. Y luego, cuando estoy trabajando en la Sala Trono, me escapo a comprar una trenza de chocolate en la pastelería Rabaso, que hacen las mejores trenzas de chocolate de todo el mundo«. Tomen nota gourmands y foodies.
El último emplazamiento termina, como no podía ser de otra manera, en la plaza Dames i Vells, la segunda casa de Negrié y de la troupe de los Trono. «Me incorporé a la compañía Trono Villegas, como actor, en 1999. Y luego, a partir del 2005, he llevado la dirección artística o la gestión de la Sala Trono de teatro. Recuerdo muy especialmente la primera vez que actué en la sala como actor, en una producción nuestra, El Feo, de Màrius Von Mayenburg. Estábamos actuando cuando, de repente, se desmayó una mujer del público, ya fuera debido al calor, a la impresión del texto o a lo que fuese. El caso és que tuvimos que sacarla, vestidos de actores, fuera de la sala, y la ambulancia tardó mucho por estas calles no podía entrar a buscarla. Al final se recuperó. Lo recuerdo mucho porque fue la primera vez que actué en la Sala Trono«.
Texto: Ivan Rodon (@irodon en Twitter)
Fotografías: Pere Toda (@ptodaserra en Instagram)
