Los viajes en tren

Her

Una de las cosas más interesantes de la película «Her«, de Spike Jonze (2013), ambientada en el año 2025, es que en aquella fecha –futura pero cercana–, nadie llevará zapatos de tacón: todo el mundo llevará calzado del tipo ortopédico. Otra cosa que llama la atención –que es la que quiero comentar hoy–, es que, dentro de diez años, los desplazamientos que no se hagan a pie se harán en transporte colectivo. En la ciudad inventada donde se desarrolla la acción de la película no se ve ningún coche. El protagonista viaja, cuando tiene que hacerlo, en unos trenes magníficos, que parecen confortables y rápidos.

Como en 2025 ya se acerca, estoy atenta a todo lo que indique que las predicciones de Spike Jonze se cumplirán. En cuanto a los zapatos, aunque los escaparates de las tiendas ofrecen algunos modelos bastante cómodos, los estilistas de moda insisten en proponernos que nos subamos a unos tacones insoportables. «Para presumir hay que sufrir«, nos dice, a las mujeres, el adagio cruel. Dóciles, las pobres mortales criamos juanetes dolorosos y, en las verbenas y las bodas, cojeamos de manera poco elegante; todo sea para emular las presentadoras y comentaristas de la tele, que lucen –bien sentadas, ellas– unos zapatos flamantes con unos tacones excesivos.

En cambio, la dignificación del transporte colectivo sí que avanza, aunque sea poco a poco. Parece, en particular, que el sistema de transporte por ferrocarril se esté poniendo al día para ajustarse a la Directiva 2012/34 / UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de noviembre de 2012, por la que se establece un espacio ferroviario europeo único. Esta disposición europea da directrices en aspectos como la transparencia y sostenibilidad de la financiación de las infraestructuras ferroviarias y la conexión de las empresas ferroviarias con los puertos y las instalaciones de servicio. Clasifica de nuevo los servicios ferroviarios, impone la obligación de incluir planes de inversión y financiación en los programas de empresa, fortalece los organismos reguladores del mercado y establece nuevas reglas en la tarificación. Europa cree en el tren.

La nueva Ley 38/2015, de 29 de septiembre, del sector ferroviario, que incorpora en España dicha Directiva, declara solemnemente la importancia estratégica del transporte ferroviario y reconoce sus ventajas medioambientales. Entre otras medidas, adapta los derechos de los usuarios al Reglamento (CE) 1371/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2007, que establece una normativa uniforme para toda la Unión Europea en materia de derechos y obligaciones los viajeros de ferrocarril.

Lo cierto es que los tarraconenses contamos con una céntrica estación de ferrocarril que nos conecta con el mundo y que, a su vez, conecta el mundo con nosotros.

Efectivamente, Tarragona es el destino de muchas personas que, habiendo decidido visitar la ciudad con fines laborales, culturales, educativos o lúdicos, llegan pacíficamente, en tren, al centro de la ciudad. Unas magníficas escaleras eléctricas les permiten llegar a la Rambla sin esfuerzo, arrastrando cada uno su maleta de ruedas. Es sencillo, muy sencillo. Y tranquilo. Y seguro.

Sobre todo, si los pasajeros y las pasajeras del tren se adaptan a la moda más futurista y evitan los zapatos de tacón.

Isabel Baixeras Delclòs
@IsabelBaixeras en Twitter
Abogada

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