Jorge Acebo, guionista y director de la película Occidente, a punto de rodarse en Tarragona

Jorge Acebo localizando en El Bierzo para la película Occidente

Conduciendo de noche por las inmediaciones del complejo industrial de Tarragona es fácil tener la sensación de estar en otra ciudad, casi en otro mundo. Pronto así será.

En los últimos años, Tarragona se ha convertido en uno de los municipios catalanes que acoge más producciones audiovisuales. Se han rodado títulos como Yo soy la Juani (2006) de Bigas Luna, Los ojos de Julia (2010) de Guillem Morales, Hijo de Caín (2013) de Jesús Monllaó, Segundo origen (2015) de Carles Porta y Bigas Luna, Sonata para violonchelo (2015) de Anna Bofarull o Secuestro (2016) de Mar Targarona. Y empezamos el año de enhorabuena, porque en unas semanas la ciudad será escenario de la filmación de un nuevo largometraje que lleva por título Occidente, escrita y dirigida por el tarraconense Jorge Acebo.

De hecho, Jorge Acebo no nació en Tarragona, sino en Francia. Pero además es leonés – en concreto de la comarca del Bierzo – y, a pesar de que hace ya veintisiete años que reside en Tarragona, lo delatan su acento y aquella nostalgia de verde, de frío y de tierra que inevitablemente se les escapa de vez en cuando a quienes han nacido bajo la lluvia de los Ancares.

«Un escritor, un pintor, un director… debe escribir, pintar o filmar aquello que conoce. Para mí esto es muy importante porque, para empezar, hablar de lo que no conoces es hablar por hablar», afirma el director. De modo que su opera prima se rodará a caballo entre sus dos tierras: Tarragona y El Bierzo. Para Acebo, las localizaciones son uno de los aspectos fundamentales de Occidente, que se filmará en buena parte en exteriores. Éstos recrearán un mundo post-industrial que ha perdido los valores, el arte y la memoria.

La historia se sitúa en un tiempo distópico de nuestra civilización, fuertemente industrializado, para el que el complejo petroquímico tarraconense es un escenario de lujo, sobre todo por la noche. De hecho, Jorge Acebo reivindica el patrimonio industrial de la ciudad, al que a menudo damos la espalda. «La mayor parte se rodará en espacios industriales reales ubicados en el perímetro petroquímico que rodea la ciudad de Tarragona. Entiendo que resulte extraño, pero poseen una estética visual muy poderosa. En El Bierzo sucede lo mismo: los espacios son lugares de una minería ya casi extinta. Allí, si cabe con más motivo, reivindicamos estos espacios como parte de nuestra realidad y pasado».

Foto: ©Nicolas Moulin

La cinta también se filmará en zonas abandonadas de la frontera entre los complejos industriales, en espacios interiores de La Tabacalera, en Mas Mallol (sede de las escuelas Pax y Olga Xirinacs) y en el patrimonio romano, entre otros lugares. Cuando la pareja protagonista huye al exterior de esta civilización, que simboliza en cierto modo la nuestra, es cuando el escenario se traslada a los frondosos y húmedos valles del Bierzo y a sus minas abandonadas.

Jorge Acebo defiende «la diversidad de espacios» en el cine. Cree que es necesario que el cine se mueva fuera de los lugares habituales, y Tarragona presenta un gran potencial. Lo está sabiendo gestionar Tarragona Film Office, la oficina municipal de atención al rodaje que estos días acompaña a Jorge Acebo en toda la tarea de localización y preparación del rodaje.

A finales de marzo podremos ver por Tarragona a actores de renombre como Francesc Garrido, Gonzalo Cunill o Isak Férriz bajo la batuta de un tarraconense del norte, muy al norte, quien quiere hacernos reflexionar sobre el rumbo de nuestra civilización con un particular canto a la libertad interior.

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Text: Cinta Olivan, periodista

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