Espigó del port de Tarragona.
Tarragona, Tarragonès, Tarragona
Donde la mayoría sólo vemos una carretera solitaria, él ve el coche que nos hará felices. El fotógrafo Aleix Marín tiene vista por la composición y los anuncios. Trabaja como localizador para montajes de publicidad -catálogos, carteles …-, y últimamente ha estado varias veces en Tarragona. El atractivo de la Laboral, el puerto, el anfiteatro, el banco de España, el Pla de la Seu o la playa Llarga han convertido en los últimos años la ciudad en un plató de producciones audiovisuales. «Este es un lugar para mirarlo con cariño. Ofrece muchas caras en la publicidad«, explica Marín, que ha atraído a la Tarragona la producción de anuncios para Porsche, Mercedes y BMW.
Seis de la tarde. Últimas luces del día en el espigón del puerto. Aleix y sus compañeros comienzan a recoger después de una larga jornada de trabajo. Han estado capturando imágenes del entorno portuario para usarlas como decorado en el anuncio de un BMW deportivo. En el equipo, formado por una decena de personas, hay fotógrafos especializados en motor llegados expresamente de Alemania. Aleix es una pieza clave. Conoce el espacio de otras veces y ha convencido al cliente. En Tarragona se ha desplazado personal de la agencia de publicidad y de la productora audiovisual. Ningún detalle escapa a los especialistas. Incluso se recogen imágenes que proyectarán como reflejos en la carrocería.
Los más atentos quizás reconocerán Tarragona cuando el trabajo esté terminado. Pero la publicidad no busca postales, sino vender. Esto se consigue situando el producto en un decorado atractivo pero no singular, más bien genérico, que el cliente pueda hacer suyo. Nada que reste atención al producto en venta. De estos escenarios, dice Marín, Tarragona bien servida. «En el puerto se dan todas las especificaciones técnicas que pedía el cliente. Aquí hay luz, espacio abierto, carretera con fugas claras y muy horizonte«, explica. La brújula que lleva colgada al cuello le permite no perder nunca el norte, la orientación y la posición del sol, condición básica para el trabajo fotográfico.
«He vivido momentos mágicos localizando, como una temporada que estuve en playas del norte de la península. Cuando estás solo puedes ver un espacio todas las veces que quieras. Trabajas con sensaciones y el recuerdo que te evoca cada lugar. Cuando ya te juntas para trabajar con el equipo, sobre el terreno, éste puede ser un trabajo muy estresante. Las cosas tienen que salir como habías pensado, y hay mucha gente que puede hacer su trabajo o no en función de detalles«, explica Marín. Parte de su responsabilidad es hacer papeleo, y solicitar los permisos necesarios para poder obtener imágenes de espacios públicos.
Madrid, Málaga y Barcelona son los escenarios ‘top’ de la fotografía publicitaria en España. «El cliente orienta hacia dónde quiere ir, y la marca Barcelona pesa mucho«, afirma Aleix. En Cataluña hay una treintena de fotógrafos freelance que como él se dedican a la localización. En un radio dos horas de desplazamiento hay «gran variedad de paisajes, de alta montaña como los Alpes en grandes ciudades, industria o playas«, destaca. Pero hay un argumento aún más determinante. «A las agencias internacionales les gusta la forma de trabajar de los catalanes. Es más responsable, más fiable«, dice Aleix, que en diez años como freelance las ha visto de todos los colores.
La misma consideración sirve para Tarragona, donde los profesionales como Aleix cuentan con el apoyo logístico y de gestión de permisos de la Tarragona Film Office, creada en 2010. «Tarragona puede jugar un papel complementario en Barcelona, y tiene muchas cosas ofrecer en este sentido. Pero no todo es el lugar. Aquí hay colaboración local, ganas de que vengamos. Por eso volvemos«, valora Aleix Marín. En Cataluña hay unos 200 municipios adheridos a la Cataluña Film Comission. Tarragona es el tercer municipio de Cataluña donde se contabilizan más rodajes y sesiones fotográficas por detrás de Barcelona y Hospitalet de Llobregat. Cada año se localizan en la ciudad un centenar de producciones, con el consecuente impacto positivo sobre Tarragona y su marca.
Texto: Oriol Margalef (@OhMargalef en Twitter)
Fotografía: Rafael López-Monné (@lopezmonne en Twitter)
