Joan Perroni, auxiliar de excavaciones arqueológicas en Roma: "El acueducto de las Ferreres, hoy Parque Ecohistórico, era mi área de juegos cuando era pequeño"

Joan Perroni / ©Pere Toda-Vilaniu Comunicació

Joan Perroni es un tarraconense que vive, desde hace años, su particular diáspora en Roma, la madre de Tarraco. Allí, Joan hace lo que más le gusta, trabajando como auxiliar de excavaciones arqueológicas en la ciudad eterna y más monumental que hay. Si en Tarragona los constructores se quejan de que cada vez que se levanta una piedra aparece, debajo, un vestigio romano, imagínense qué pasa en Roma

Joan, que se formó en el Taller de la Escuela de Arqueología (TED’A), entonces en el edificio de l’Antic Escorxador (Antiguo Matadero), donde hoy están los servicios centrales de la Universitat Rovira i Virgili, echa de menos Tarragona. Añora sus dimensiones, su tranquilidad, su luz, sus amigos y familiares, los ‘castells‘… Es por ello que, cada vez que puede, Joan se escapa con su familia para volver a Tarraco a pasar unos días que siempre acaban haciéndose cortos.

El hecho de proponerle su participación para que nos mostrara tres rincones de su Tarragona más íntima y personal, creemos que acabó de convencerle para hacer un nuevo viaje relámpago a la ciudad que ya tenía medio apalabrado. ¿Quieres saber qué tres fotos ha hecho de la ciudad? Adelante.

Aqüeducte de les Ferreres (Pont del Diable) / ©Joan Perroni

«He elegido el Acueducto de las Ferreres, el Puente del Diablo, porque soy un tarraconense de barrio, concretamente de Sant Pere i Sant Pau. Y lo que ahora se ha convertido en un Parque Ecohistórico, cuando yo era pequeño era mi área de juegos, una de las zonas preferidas para poder jugar, para moverme. Lo que ahora son ruinas y restos, entonces eran para mí una especie de parque temático. Nosotros jugábamos a menudo en el Mas de l’Àngel y en el acueducto del Puente del Diablo. Es una obra magnífica, que a mí me parece que hay que destacar mucho más, si cabe. Cuando era pequeño, cada vez que la veía y me ponía debajo suyo y me sentía minúsculo. Pensaba en el gran esfuerzo que debía haber supuesto, en su época, su construcción para poder transportar y canalizar el agua. Sin duda es un símbolo de nuestra ciudad, por eso he elegido este lugar«.

Baixada de Misericòrdia amb carrer Major. / ©Joan Perroni

Tarragona y Joan Perroni respiran romanidad por todos lados. Por ello, el segundo espacio que ha elegido de la ciudad también tiene que ver con el pasado de Tarraco. «La calle Major con la Baixada de Misericòrdia es un lugar que siempre lo tengo presente porque fue una de las primeras excavaciones en las que participé, concretamente en la Pizzería Pulvinar. Aquí hay unas escaleras de acceso que unían el Circo romano con el Foro provincial. Pues bien, este antiguo acceso sigue vivo hoy en día. Me gusta mucho subir por la Baixada de Misericòrdia y, justo donde empieza la calle Major, ver la Catedral allí al fondo. Me hace pensar que es una zona aún viva después de tantos y tantos años. Y además, me encanta que sea una zona que acoja fiestas y se haya convertido en simbólica también justamente por la ‘Baixada dels pilars caminant‘ (Bajada de los pilares andando) del día de la Mercè«.

Antic Escorxador, abans edifici del TED'A, avui  integrat als serveis centrals de la Universitat Rovira i Virgili (URV). / ©Joan Perroni

#lamevaTarragona, como reconoce Joan Perroni, es una especie de hilo conductor que liga el pasado con el presente, el antiguo con el moderno, y que entronca algunos lugares de la ciudad con su vida personal y laboral. También en el caso del tercer rincón que ha elegido Joan. «Esta otra imagen que veis es la del Antic Escorxador (Antiguo Matader), actual sede del Rectorado de la Universitat Rovira i Virgili, pero que hace algo más de veinticinco años fue, por espacio de tres años, sede del Taller del Escuela de Arqueología (TED’A). Aquí es donde me formé como auxiliar de arqueología. Desde esta zona, bajábamos a trabajar hacia los diferentes monumentos y hacia las diferentes excavaciones de urgencia y es una zona que quiero muchísimo porque me recuerda a aquel magnífico periodo donde aprendí esta profesión y donde conocí muchas, buenas y grandes personas«.

Joan Perroni / ©Pere Toda-Vilaniu Comunicació

Nos despedimos de Joan en la muralla romana que cierra el edificio del Antiguo Matadero, antes el TED’A, «que para mí representa la cuna de la arqueología tarraconense, del actual arqueología tarraconense. Creo que el TED’A, estableció las bases para la recuperación del patrimonio arqueológico de la ciudad y la consecuente declaración de Tarragona Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Podría ser un poco exagerado, pero me parece que son los años justos. Y aquí crecí como profesional y esto, lo llevo conmigo con mucha estima«.

Joan Perroni es activo en las redes sociales, con perfiles en Facebook, Twitter y en Instagram, donde periódicamente explica cosas de su trabajo en Roma, de su añorada Tarragona o del país.

Texto: Ivan Rodon (@irodon en Twitter)
Fotografías: Pere Toda (@ptodaserra en Instagram)

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