Hablamos de turismo, hablamos de personas

Legio I Germànica

Este es mi primer artículo en este nuevo blog, y eso me ha hecho reflexionar un poco antes no he encontrado cómo quería empezar estas colaboraciones. Finalmente me he decidido por lo que parece más obvio pero, a mi entender, también lo más importante. A menudo nos llenamos la boca de la importancia del turismo, pero lo hacemos como si éste fuera algo que no va con nosotros, salvo en los casos en que el sueldo depende directamente de él. Por ello, me gustaría empezar con una reflexión sobre las ofertas, los productos y el turismo en general.

Por una parte, cabe decir que muchos estaremos de acuerdo en afirmar que el turismo, y directamente las actividades y vivencias que se desprenden de él, han sido, seguramente, el fenómeno cultural más importante del siglo XX. La democratización del turismo ha facilitado que todos puedan viajar y esto ha hecho que, de repente, un gran número de personas hayan estado en lugares muy lejanos y diferentes, lo que les ha permitido conocer a otras culturas y otros países con realidades muy diferentes a las propias. Esto me parece un hecho a destacar. En la mayoría de los casos, pienso que no somos lo suficientemente conscientes del gran impacto cultural y formativo que origina el Turismo. Pero mi reflexión, inducida por un buen amigo, no la quiero centrar en este hecho, aunque evidentemente está muy directamente relacionada. Lo que quiero es hacer una pequeña y modesta reflexión sobre cómo trabajamos, producimos y nos relacionamos con la actividad turística.

En la mayoría de los casos, tanto desde el sector privado, como por parte de los gestores públicos, como de la población en general, el turista es visto como un modelo de persona estereotipada. Me explico: pensamos que los productos, las actividades y las acciones que debemos hacer para promover nuestros destinos deben ser y estar pensados para satisfacer única y exclusivamente al turista. Pero, ¿quién es y cómo es el turista? Tú, yo o cualquiera de nosotros somos quienes somos: aquí, en Pekín o en Pokón, si me permitís la licencia del programa APM. Pienso que nosotros, las personas, no cambiamos. Somos quienes somos, tanto si estamos en nuestro territorio como si estamos en las antípodas de la Tierra. Si esto es así, y no tengo ninguna duda de que sea así, qué nos hace pensar que tenemos que hacer propuestas, actividades y productos pensados única y exclusivamente por los turistas. Todos somos personas, sí, diferentes, pero personas con inquietudes culturales, espirituales y necesidades físicas distintas. Podemos pensar en los diferentes públicos a los que nos queremos dirigir, podemos pensar en qué lenguas habrá que expresarse, pero, sobre todo, habrá que pensar, trabajar y crear propuestas y productos interesantes para cualquier persona, viva o no viva en nuestro territorio, hable o no nuestra lengua. Lo que importa es que sea una propuesta atractiva y enriquecedora, basada en todo lo que somos, que es lo que nos hará diferentes y a la larga, si lo hacemos bien, nos convertirá en los mejores. Pero éste, sin duda, será otro tema que trataremos próximamente en este blog.

Para terminar, quisiera dar un ejemplo de actividad que va en esta línea que antes apuntaba. Este verano, en Tarragona, hemos celebrado la primera edición de Tarragona Historia Viva, ocho fines de semana de actividades de reconstrucciones históricas de época romana en varios monumentos. Pues bien, a parte del éxito de venta de la actividad –con más del 70 por ciento de ocupación de media–, lo que más nos ha satisfecho ha sido que casi la mitad, un 47 por ciento del público, han sido personas de las comarcas tarraconenses y el resto, un 53 por ciento, han sido de Barcelona, Madrid, Estados Unidos, Brasil, Suecia, Alemania y Francia, entre otros países. Este es, para mí, un buen ejemplo de actividad pensada para las personas y desarrollada a partir de la coherencia, trabajando con lo que somos y, al mismo tiempo, haciendo camino hacia lo que queremos ser.

Carles Sanz Laborel es gerente del Patronato Municipal de Turismo de Tarragona

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