«Pronunciar el nombre de un muerto es hacerlo revivir» escribió Ankhhor, sacerdote y escriba en Tebas, Egipto. Sin embargo, difícilmente habría imaginado este sacerdote, que vivió hacia el año 650aC, que su muerte y sus restos serían investigados siglos más tarde para tratar de aportar luz a las sombras del antiguo Egipto. Ahora, además, sus ilustres despojos se convierten en el hilo argumental de la exposición Momias egipcias. El secreto de la vida eterna, que hasta el 18 de agosto se puede visitar en el CaixaForum de Tarragona.
Ankhhor revive pues, en el CaixaForum Tarragona, en una interesante muestra que exhibe otros tesoros del Rijksmuseum van Oudheden (Museo Nacional de Antigüedades) de Leiden, en los Países Bajos, y que permite dar respuestas a uno de los aspectos más divulgados y, a la vez, más fascinantes de la civilización egipcia: sus momias.
Anna Catà, de Auriga Serveis Culturals, asegura que la exposición genera interés sobre todo porque el discurso gira en torno a la vida eterna, un concepto que en la civilización egipcia estaba muy arraigado, sobre todo en las familias más acomodadas, es decir, aquellas que disponían de recursos económicos suficientes para costearse la momificación, la construcción de los amuletos que les acompañarían en el viaje a la vida eterna o las joyas y sarcófagos –como más recursos, mayor número–, que permitirían hacer más cómoda la vida después de la muerte.
Para los egipcios, morir significaba el tránsito a una nueva vida. Para encarar el camino hacia la vida eterna era necesario, previamente, iniciar un proceso de transformación que pasaba por la extracción de las vísceras –a excepción del corazón–, como paso previo a la conservación en sal, durante cuarenta días, y así poder concluir con éxito el proceso de momificación. En algunos casos se había precisado hasta cuatro kilómetros de vendas. La muestra lo explica e ilustra con todo tipo de detalles, como los utensilios de la época.
Para los que vayan en busca de momias, les adelanto ahora que también las encontrarán. Y hay una de singular: la momia de Ankhoor. No ha sufrido ningún proceso invasivo por lo que, hasta ahora, nunca ha sido desenvuelta. Esto ha permitido, como explicaba Anna Catà, que la momia se convierta en una fuente de datos muy importante, gracias al uso de técnicas como el escaneo o el TAC. De hecho, la última parte de la exposición descubre que Ankhhor medía 1,60 centímetros, tenía entre 32 y 50 años cuando murió, y sus dientes estaban muy bien conservadas, un aspecto que no era habitual entre sus coetáneos del antiguo Egipto.
El recorrido fascinante por la historia de esta civilización también incluye el descubrimiento de papiros –algunos de ellos de características únicas para la información que contienen–; joyas, vasos canopes –donde se depositaban las vísceras del muerto– y de otras elementos del ajuar funerario como amuletos, los criados –que eran figuras y no personas sacrificadas– o los sarcófagos que construyeron para acompañar a Ankhoor en esta nueva vida, sin olvidar la singular momia de un gato.
La exposición reserva aún otra joya para los visitantes que buscan objetos únicos: se trata de la libreta manuscrita que utilizó el historiador Jean-François Champollion (1790-1832) filólogo y egiptólogo francés al que se le atribuye el primer paso para descifrar los complicados jeroglíficos egipcios. El hecho de que Champollion entendiese los símbolos egipcios no es fruto de ninguna casualidad, sino que éste inició su pasión por el antiguo Egipto cuando tenía dieciséis años y siempre se autodefinía como un “adicto a Egipto”. “Egipto lo es todo para mí”, decía. Si ustedes comparten la misma pasión (o una parte) que Champollion, tengan presente que Momias egipcias. El secreto de la vida eterna es una exposición gratuita que pueden visitar tantas veces como deseen.
Momias Egipcias. El secreto de la vida eterna
CaixaForum Tarragona
Colón, 2
43201 Tarragona
Horario
De lunes a viernes de 9 a 14h y de 17 a 20h
Sábados y festivos de 11 a 14h y de 17 a 20h
Visitas comentadas para el público general
Català: Sábados y domingos a las 19h
Castellano: Domingos, a las 20h
Precio: 3 € por persona. € 1,5 si son clientes de La Caixa.
* Es preferible reservar al 977 24 98 71
Visitas para grupos: Hay que concretar día y hora al teléfono 977 24 98 71
Precio: 60 € por grupo (máximo, 25 personas)
Texto: Gemma Casalé (@casalesi)
Fotografías: Gemma Casalé
